
Literalmente me parto viendo la escena de la primera partida de poker, que por cierto no tiene nada que ver con la segunda que incluyo en este post y que también es buenirisísima y me parto también viendo la escena de la cafetería. A pesar de tener ya 39 años, me sigue pareciendo una comedia genial con dos actores entrañables que se ganan el cariño del espectador, como dice mi brodel, es buenrrollista a tope y muuuuuuy divertida. Si no la has visto, deja de perder el tiempo y buscala, no te arrepentirás.

Otra respuesta acertada habría sido "El Jovencito Frankenstein", una comedia de Mel Brooks del 74 y que es un homenaje hilarante al monstruo de Frankenstein. Francamente, como sobran las palabras para describir lo que siento cada vez que veo mis escenas favoritas, casi prefiero recordarlas como son.
"Tenga, ayudese", Je, je, je, je...
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